miércoles, 11 de abril de 2012

Leishmaniosis en perros y gatos










La leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria grave en  perros y gatos, causada por un parásito (protozoo microscópico) denominado Leishmania.

El primer síntoma clínico más habitual es la pérdida de pelo, sobre todo alrededor de los ojos, orejas y la nariz. Según la enfermedad va avanzando, el perro pierde peso aunque no pierde el apetito. Son habituales las heridas en la piel, los nódulos dérmicos y epidérmicos que pueden llegar a ulceraciones (dermatitis granulomatosa), especialmente en la cabeza y en las patas, en las áreas donde el perro está en contacto con el suelo al tumbarse o sentarse. Cuando el cuadro se vuelve crónico, este se complica observándose en muchos casos síntomas relacionados con insuficiencia renal.

La enfermedad se transmite a través de un mosquito, llamado flebotomo. De ahí que, si hay mosquitos, hay riesgo de contagio. La temporada de peligro comienza con el calor, normalmente en mayo y finaliza en septiembre u octubre si se prolonga el verano. Durante el invierno los mosquitos permanecen en estado de larvas cuaternarias y son inofensivas. Se ha considerado algun caso de trasmisión venérea en perros

La leishmaniosis es una enfermedad que causa la muerte a la mayoría de los perros afectados por ella y que no reciben tratamiento y vigilancia posterior. En el caso de que piense que tu perro padece de Leishmaniosis, visita a tu veterinario quien realizará una prueba analítica mediante una muestra de sangre de tu perro. Dependiendo de su estado, también tomará una muestra de la médula ósea o del tejido de un gánglio linfático inflamado para examinarla al microscopio y detectar los parásitos.

El período de incubación puede variar entre 3 meses y 18 meses. De forma excepcional, la enfermedad puede permanecer en latencia durante varios años. Algunos perros son resistentes y, aunque reciban picaduras de los flebotomos, nunca mostrarán síntomas de la enfermedad siempre y cuando estén correctamente alimentados y no estén sometidos a estrés. Esta resistencia, probablemente, está determinada genéticamente. La leishmaniosis canina o felina se puede tratar, pero no curar. El tratamiento solamente suprime los síntomas y no impedirá que tu perro tenga una recaída posterior.

Un tratamiento a base de Meglumine antimoniate: 1750 mgs/24hrs/4semanas Sc, más Alopurinol: 200 mgs/12 hrs/6 meses PO, combinado con una alimentación premium  y un control de ectoparásitos y endoparásitos adecuado puede durar varias semanas hasta meses, pero el parásito siempre permanecerá en el perro. Hasta el final de la vida del perro, periódicamente los síntomas pueden volver a aparecer y se tiene que repetir el tratamiento. Es una enfermedad zoonótica de ahi su importancia mayor

martes, 20 de marzo de 2012








Las Giardia spp son protozoos flagelados de aspecto piriforme.Giardia canis afecta a los cánidos y Giardia cati a los felinos. Ambas especies se encuentran incluidas dentro del grupo de Giardia duodenalis, sinónimo de Giardia lamblia y Giardia intestinalis.

La principal fuente de transmisión es la orofecal. La contaminación de alimentos por quistes de Giardia y la vía hídrica son los otros elementos que hay que tener en cuenta en la aparición de brotes de giardiasis. Son fuentes de infección los animales enfermos y los portadores asintomáticos, eliminadores de quistes.

Por un mecanismo traumático-irritativo sobre las células intestinales, lo que ocasiona acortamiento de las microvellosidades intestinales y destrucción del borde en cepillo de las células. Como consecuencia, hay importantes alteraciones en la digestión y un cuadro general de malabsorción, siendo los ácidos grasos los más comprometidos, así como azúcares, vitaminas y proteínas.

Ejercen, asimismo, una acción expoliadora sobre los principales elementos nutricionales, tomando para su propio metabolismo proteínas, hidratos de carbono, grasas del hospedador, e interfiriendo en el metabolismo de éste.

Tienen igualmente una acción vectorial importante, ya que son capaces de transportar en su interior otros agentes patógenos, virus, bacterias, micoplasmas, hongos y recientemente se ha descubierto la presencia del virus VIH-1. Por otro lado, actúan como precursoras y desencadenantes de otras afecciones que padecen perros y gatos, tales como el moquillo, parvovirosis, etc.

Entre los derivados del 5-nitroimidazol, el metronidazol en dosis 22 mg/Kgpv, dos veces al día, durante 5-6 días vo, es eficaz en el 95% de los casos. El tinidazol a razón de 44 mg/Kgpv/día, durante 3 días, tiene una eficacia del 90%. Ambos productos presentan el inconveniente de reacciones secundarias.

La quinacrina es el producto de elección para estas infecciones. Administrada por vía oral, 6,6 mg/Kgpv/tres veces al día, durante 7 días consecutivos, cura la enfermedad en el 95% de los casos. Presenta también el inconveniente de reacciones secundarias. El nombre comercial es Atabrine, pero no está comercializado en nuestro país.

Profilaxis

Lo más novedoso es la vacunación contra este tipo de parásito protozoario aunque su efectividad no es 100 % pero si mejora los titulos de anticuerpos.

Un tratamiento adecuado asociado a unas buenas medidas higiénicas y sanitarias, ayudarán a controlar el proceso. La desinfección de locales, el tratamiento de aguas residuales y de consumo, la detección y tratamiento de animales portadores y enfermos y el manejo adecuado de los animales, son medidas para una buena prevención, sin olvidar la aplicación de un programa de desinfección, desinsectación y desratización (DDD) a todos los niveles.

Nunca ponga tratamiento en base a esta información, cada caso requiere una valoración profesional

viernes, 16 de marzo de 2012

Amebiasis Canina


La amebiasis es una enfermedad intestinal causada por un parásito microscópico llamado Entamoeba histolytica

La forma leve de la amebiasis incluye náuseas,vómito blanco espumoso, diarrea sanguinolenta o con mucosidades, pérdida de peso, dolor abdominal y fiebre ocasional. Rara vez, el parásito invade el cuerpo más allá de los intestinos y causa una infección más grave, como un absceso hepático.Se adquiere mediante la ingestión de quistes del parásito (agua, verduras crudas, etc). Puede cursar de forma asintomática, ocasionar cuadros disentéricos intestinales secundarios o al desarrollo de abscesos en la mucosa cólica, y ya sea por contigüidad o vía hematógena(sangre) puede emigrar a otros órganos sobre todo hígado, pulmón, cerebro, riñón y piel, en orden de frecuencia.

El absceso renal es la quinta localización más frecuente, y puede asociarse a hematuria, sobre todo cuando el absceso induce trombosis de la vena renal. A nivel cutáneo se puede observar úlceras dolorosas perianales, escrotales y peneanas secundarias a fistulización de úlceras rectales o a sobreinfección de excoriaciones cutáneas.

¿Cómo se diagnostica?

La manera más común utilizada por el médico veterinario para diagnosticar la amebiasis es el examen microscópico de la materia fecal. A veces, es necesario obtener varias muestras de materia fecal, ya que la cantidad de amebas presentes en la materia fecal varía según el día y puede ser demasiado baja para ser detectada en una única muestra.

¿Cuál es el tratamiento para la amebiasis?

El médico puede recetar antibióticos específicos, tales como el Metronidazol, para el tratamiento de la amebiasis y suministrar fluidos endovenosos en caso de deshidrataciones graves que a menudo suelen pasar. Nunca trate su mascota con dichas informaciones suministradas, cada caso tiene sus especificaciones y solamente un profesional sabe como conducirse en determinado momento